4. LOS CONFLICTOS DE LA ETAPA.
4.1. LA TERCERA GUERRA CARLISTA. LA INSURRECCIÓN CANTONAL.
El deseo de los carlistas de llevar al trono a Carlos VII provocó la tercera guerra carlista, que se desarrollará entre 1872 y 1876 y cuyos principales escenarios serán nuevamente las Provincias Vascongadas, Navarra y el norte de Cataluña. Los carlistas cayeron en la batalla de Oroquieta (mayo de 1872) y parecía que la guerra acababa nada más comenzar. Pero resurgieron y lograron mantener la lucha, con distintas alternativas, durante cuatro años más. Finalmente, en febrero de 1876, Carlos VII, que había establecido su capital en la localidad navarra de Estella, se refugió en Francia, dándose por concluido el conflicto.
El cantonalismo surgió de un federalismo intransigente que exaltó los particularismo locales frente al gobierno central, pretendiendo construir "la República desde abajo". Terminó desembocando en un movimiento insurreccional que triunfó sobre todo en Andalucía y el litoral mediterráneo. Ciudades como Sevilla o Valencia se proclamaron Estados independiente, pero ellas, como la mayoría de los cantones, duraron sólo unos pocos días. Sólo Málaga (59 días) y, sobre todo, Cartagena (6 meses), perduraron más tiempo. El cantonalismo provocó la dimisión del presidente Pi y Margall, obligó a Salmerón a recurrir al ejército y debilitó la posición de Castelar frente a los militares que terminaron tomando el poder con el golpe de Pavía.
4.2. GUERRA "GRANDE" Y GUERRA "CHIQUITA" EN CUBA.
La llamada "Guerra Grande" se inició pocos días después de la "Gloriosa". Muchos eran los motivos que habían llevado a la aparición de un sentimiento antiespañol en Cuba: la falta de democracia y la limitación de derechos. el control económico de la metrópoli sobre la isla, el mantenimiento del esclavismo en un momento en que la esclavitud ya no existía en el resto de los territorios españoles...
A esto se sumaba la crisis económica del momento y los intereses de Estados Unidos, que veía en Cuba el territorio idóneo para su expansión.
El 10 de octubre de 1868 Carlos Manuel de Céspedes, un hacendado de la parte oriental de la isla, inició la guerra con el "Grito de Yara". El conflicto fue a un tiempo anticolonial y antiesclavista.Desde 1872 recibieron apoyo de Estados Unidos. El conflicto se prolongó en el tiempo porque la superioridad militar del ejército español era compensada por los mambises gracias a su conocimiento del terreno y adaptación al clima y enfermedades tropicales. Finalmente, en febrero de 1878, el general Martínez Campos negoció con los rebeldes la Paz de Zanjón, que concedía la amnistía a los sublevados y hacia promesas sobre concesión de autonomía a la isla y abolición de la esclavitud.
Una parte de los rebeldes, liderados por Antonio Maceo, desconfió de las promesas del gobierno español y, tras la "Protesta de Baraguá", inición una nueva rebelión que se conoce como la "Guerra Chiquita" (1879-1880). Pese a la victoria española, el problema no se solucionó y reaparecerá en la última década del siglo XIX.



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